SEGURIDAD Y RESCATE EN KAYAK DE MAR

MANUAL DE LA ASOCIACIÓN DE KAYAK DE MAR DE ASTURIAS

Alvaro Hurtado y José Carlos Sánchez (AKDMA)

Este artículo es un intento de poner en común nuestras experiencias en materia de seguridad y las conclusiones que hemos sacado tras alguna situación de emergencia.

El manual está destinado a todo palista novel, para que tome conciencia de lo que debe ir conociendo para su seguridad y la de los demás. Sirve como guía para prácticas de rescate y sobre cómo reaccionar en supuestos de accidente.

ÍNDICE

1 Material de seguridad.

Vestimenta

Comunicaciones

Comunicaciones fuera del grupo

Móvil

VHF marino

Bengalas

Comunicaciones dentro del grupo

Silbato y/o bocina niebla

Señales normalizadas

Auto-rescate o rescate asistido por otros kayakistas

Cuerda de rescate

Cabo corto

Pala de respeto

Flotador de pala

Bomba de achique

Alicate de corte

Cuchillo o navaja

Botiquín

Linterna y/o luz estroboscópica

Material de reparación de emergencia

Agua y comida

2 Modo de actuación ante una emergencia

Acciones previas

Situación de emergencia

Catálogo de situaciones de emergencia

3 Conclusiones finales.

1 Material de seguridad

A la hora de hablar de seguridad en el kayak empezaremos a hablar por el material necesario para afrontar una situación de emergencia. Voy a obviar el material básico personal como son chaleco y cubrebañeras, no por poco importante sino porque creo asumido que es indispensable. Sólo apuntar que el chaleco debe llevar bandas reflectantes para ser vistos de noche fácilmente alumbrados por un foco.

Vestimenta

Este asunto merece un apartado porque, aunque todos llevamos en cada momento la ropa adecuada a la climatología del momento, a veces no tenemos en cuenta la eventual situación de emergencia ante la cual la ropa que era adecuada para palear, se nos queda corta para soportar un tiempo indeterminado en el agua sin sufrir hipotermia. No es siempre fácil elegir la ropa que nos permita palear sin agobios y que a la vez nos permita afrontar dicha situación, pero a la hora de vestirnos debemos tener en cuenta esa posible emergencia. Dejo a criterio de cada cual lo más que más le conviene. En el mercado existen múltiples opciones en cuanto a trajes secos, chubasqueros más o menos transpirables, pantalones secos, semisecos, etc. Dependiendo de la frecuencia con la que salgamos a navegar con el kayak y de la zona en la que vayamos a navegar nos merecerá la pena invertir más o menos dinero.

 

Chubasqueros y trajes secos. En Asturias en invierno no sobra un traje seco o en su defecto un buen chubasquero y un pantalón seco, debajo del cual suele ser suficiente con una camiseta y unas mallas térmicas para palear, aunque insuficiente para aguantar un tiempo en el agua a 10º ó 14º. No debemos olvidar que un traje seco impide que nos mojemos pero no la perdida de calor en el agua ya que al caer al agua lo único que nos separa de ella es la capa fina película del traje seco. Si llevamos ropa caliente u seca bajo el traje seco (camiseta térmica, polar ligero) hará de aislante y aguantaremos mucho más, aunque a la hora de palear puede darnos calor. Por eso es siempre delicado, y muy dependiente de las circunstancias y de la fisiología de cada uno el elegir la cantidad de capas de ropa.

Un “buen chubasquero” o “un buen traje seco” debe permitir algo muy complicado: protegernos del agua fría (shock o, a la larga, hipotermina) en caso de vuelco o maniobras prolongadas nadando, para lo que tiene que ser lo más hermético posible, y palear sin asfixia, para lo que tiene que ser lo más transpirable posible. Esta es la razón por la que se van popularizando los secos y chubasqueros de tejidos técnicos, transpirables (el más conocido es Gore Tex, que sigue siendo de los mejores, pero hay otros tejidos aceptables, según marcas). Su problema es que son en general caros. Los tejidos que no transpiran generan humedad interna y pueden ser asfixiantes si sale un rayo de sol. Los chubasqueros poco herméticos (sin cierres adecuados en cuello, muñecas y cintura) se llenarán de agua en un vuelco, y nos servirán de poca ayuda en momentos críticos. Los chubasqueros técnicos son bastante herméticos porque tienen collares de látex o neopreno bien ajustado en cuello y muñecas, y porque llevan doble faldón en la cintura, para poner uno por debajo y otro por encima de la cintura del cubrebañeras (o de un pantalón), lo que da un hermetismo aceptable (en lugar de entrar agua a raudales, pueden ir entrando algunos hilos de agua, que es muy distinto).

Como opinión personal, en caso de decidirse por un chubasquero barato, no transpirable, y no hermético, su única utilidad es protegernos de lluvia, viento y salpicaduras, entonces puede ser útil uno que sea ventilable y de fácil quita y pon a bordo, o sea, con cremallera delantera, como de calle o montaña, o como de pesca a mosca (que son muy cortos de cintura para meterse en el río).

Unas manoplas enganchadas a la pértiga de la pala nos ayudarán a mantener las manos calientes a pesar de los rociones y del viento. Particularmente sólo he tenido que usar las manoplas dos o tres días al año para evitar la torpeza de los dedos por frío y poder manejar cabos y anzuelos sin problemas. La mayoría de los días de invierno en los que la mar permite salir a navegar no es necesario nada en las manos, siempre que no nos caigamos al agua, aunque en ese caso tampoco las manoplas servirían de nada.

Ropa seca a bordo de recambio. En salidas largas, una medida de seguridad cuando llevamos ropa ligera (no chubasquero técnico ni traje seco) y podemos mojarnos por lluvia, vuelco o salpicaduras, en los kayaks que lo permitan, y para salidas largas, es llevar a mano en bolsa estanca ropa seca, por ejemplo camiseta térmica y chaleco polar ligero. Sirve en dos tipos de situaciones. Por supuesto al llegar a tierra. Pero también para cambiarnos a bordo, tras un vuelco inesperado o mojadura por lluvia. Si el kayak lo permite (por ejemplo un autovaciable) se puede hacer sin ayuda y, si no, con ayuda de otro kayak.

 

Comunicaciones

Comunicación fuera del grupo. Ante una situación de emergencia en una salida en kayak en nuestras costas sabemos que podemos contar con un buen sistema de rescate por parte de las autoridades marítimas. Por eso el primer elemento de seguridad que debemos tener en cuenta es el medio de dar aviso de nuestra situación y posición. Básicamente tenemos tres maneras de dar ese aviso: teléfono móvil, VHF marino y pirotecnia. Teniendo en cuenta que en la costa asturiana tenemos cobertura prácticamente en cualquier lugar, el móvil es mi primera opción, ya que me ahorro el coste de un VHF marino asegurándome la comunicación, ya sea para emergencia o para temas logísticos. El VHF marino tiene un alcance limitado dada la poca altura sobre el mar de un kayakista y, según en que lugar estemos, puede que no podamos comunicar con una estación terrestre dependiendo entonces de que nos reciba algún barco cercano. Si optamos de todos modos por el VHF marino, deberemos elegir uno portátil de 5w. La pirotecnia (bengalas, cohetes y señales fumígenas) la considero como un elemento auxiliar de comunicar una emergencia porque dependemos de que nos vea un barco o alguien en tierra que sepa interpretar esas señales (yo suelo aprovechar la pirotecnia caducada del barco de un amigo. Cuando está “demasiado” caducada la desecho). Tanto en el caso del VHF marino como en el del móvil debemos contar con aparatos sumergibles o con una funda estanca que nos permita hacer uso del aparato sin tener que sacarlo, cuidado con los móviles deslizantes o de bisagra que son imposibles de abrir dentro de una funda estanca. En el móvil debemos tener grabados los teléfonos de emergencia marina, en su defecto el conocido 112, y los teléfonos de los demás kayakistas del grupo.

Comunicación dentro del grupo. Si bien un silbato o una bocina de niebla nos pueden ser útiles para indicar nuestra posición a un barco por la noche o en caso de niebla, considero estos elementos más bien como instrumentos de comunicación con el resto de miembros del grupo. El silbato se puede llevar amarrado permanentemente en el chaleco sin que nos estorbe en absoluto, pero tiene un alcance limitado si el grupo se separa o si hay mar o viento que dificulten la audición, por no hablar de la escasa posibilidad de oírlo desde un barco con el motor encendido. La bocina de niebla es audible a bastante mayor distancia a pesar de otros ruidos, mar, viento, motor… En el mercado existen modelos con una botella de aire comprimido que tienen un sonido muy potente pero que son poco prácticas para llevar en un kayak. Otros modelos se usan simplemente soplando con la boca y nos dan una potencia bastante aceptable. Por ultimo existen determinadas señales visuales normalizadas realizadas con la pala que debemos conocer.

Por supuesto el teléfono móvil o el VHF marino también pueden servir como comunicaciones dentro del grupo.

señal alto kayakseñal ok kayakseñal dirección kayakseñal reunion kayakcroquis señal socorro en kayak
Auto-rescate o rescate asistido por otros kayakistas

Otros elementos de seguridad que no deben faltar en un kayak son la cuerda de rescate, útil para, por ejemplo, ayudar a otro kayakista a salir de una rompiente o para remolcar a un kayakista herido, aunque tiene infinidad de aplicaciones.

La pala de respeto. Lo ideal sería que cada kayak llevase una pala, pero por lo menos llevar una o más en el grupo dependiendo del número de participantes.

El flotador de pala es un elemento indispensable sobre todo si navegamos solos o si nos alejamos del grupo. Útil para reembarcar sólo, para estabilizar un kayak o incluso para esquimotar si no tenemos mucha práctica. En el mercado existen modelos hinchables pero nos lo podemos hacer con un par de flotadores de natación, más voluminoso pero no tiene el riesgo de pincharse. Algunos modelos de kayak traen unas correas para atar la pala al kayak una vez puesto el flotador*. Se puede usar sin estas correas pero son muy cómodas y es fácil improvisarlas si no las trae de serie nuestro modelo.

 

Aparejo “autoprao. Se trata de montar un “prao” (una especie de catamarán) con el flotador de pala, que asegure la estabilidad del barco por sí mismo si fuera necesario: para asegurar la reentrada con flotador de pala, en caso de sentirnos mal, de desvanecimiento, de necesidad de descanso momentáneo, o de cualquier situación en que queramos más estabilidad para el kayak (cambio de ropa, mear,…). Se hace todo como en una reentrada con flotador de pala pero se fija la pala de modo firme (por ejemplo, a un lado pasándola bajo la línea de vida y al otro atándola con un cabo elástico fuerte trincado a una mordaza de plástico que podremos liberar con un simple gesto cuando decidamos desmontar el prao). Podemos hacerlo con la pala de respeto , manteniendo la pala principal a mano (incluso para palear en estas condiciones si por alguna razón fuese preciso).

La bomba de achique o en su defecto la botella de plástico cortada son fundamentales para achicar el agua embarcada tras un vuelco y reembarque. Una esponja nos será útil para acabar la faena. La diferencia básica entre una bomba y un achicador es que la bomba permite achicar el kayak con el cubre puesto, abriéndolo por un lateral para meter la bomba, y el achicador sólo se puede usar con el cubre completamente abierto. Si tenemos en cuenta que una situación de vuelco se dará más fácilmente con oleaje no es difícil deducir la ventaja de tener el cubre puesto. En el mercado existen cubrebañeras con una pequeña abertura con cierre precisamente para meter la bomba de achique con él puesto.

Si pescamos desde el kayak, debemos llevar un alicate de corte que nos sirva para extraer un anzuelo clavado en una mano. Así que es bueno que sea un alicate de tamaño medio o grande, de punta larga, fina o media, para manejar (cortar, girar) con fuerza y precisión el anzuelo (además, por su punta larga, sirve par desanzuelar peces).

Un cuchillo o navaja con una parte de la hoja en sierra para cortar cabos es algo que deber ir siempre en el chaleco.

Un pequeño, o no tan pequeño, botiquín con material de curas y medicamentos más usuales en uno de los tambuchos. Incluir elementos básicos y decidir si, por ejemplo, merece la pena pararse con remedios para incidentes específicos como medusas, etc.

Una linterna nos ayudará si se nos hace de noche para ver y ser vistos. Una luz estroboscópica amarrada al chaleco puede significar que nos vean o no desde un helicóptero o barco de rescate.

Una buena idea es tener una bolsa estanca pequeña con este tipo de material y agarrarla siempre que vayamos a salir. Incluiremos material para pequeñas reparaciones. En función del kayak y de lo larga que vaya a ser la travesía, podemos llevar desde las indispensables bridas y cinta americana, hasta tornillería y un bote de masilla de epoxi, pasando por cabos, elásticos y una navaja multiusos.

Por ultimo debemos llevar siempre agua y comida aunque sólo tengamos previsto salir dos o tres horas, nunca se sabe si ese tiempo se puede prolongar por causa de la mar, un accidente, u otra causa.

2 Modo de actuación ante una emergencia.

Acciones previas

En la planificación de una salida en kayak ya sea en solitario o en grupo lo primero a tener en cuenta es el recorrido previsto y posibles escapes teniendo en cuenta si se trata de puertos o de playas y en ambos casos pero especialmente en las playas, la orientación de estas con respecto al oleaje y al viento, punto peligrosos, bajos, cabos donde el oleaje se intensifica, zonas de intenso tráfico marítimo, etc. Cartas náuticas, fotos aéreas o aplicaciones de internet nos serán muy útiles en este punto. El estado de uso de mi ejemplar de la edición pequeña de la aeroguía del litoral de Cantabria y Asturias, que suelo llevar (ella o una fotocopia de las páginas de ruta) metida en una bolsa estanca, da fe de la importancia que le doy a este punto. Muy relacionado con lo anterior está la previsión de meteo y de mar que puede hacernos posponer nuestros planes para mejor ocasión. Para este punto lo mejor es consultar páginas web especializadas que se actualizan diariamente. Aemet, la agencia estatal de meteorología en su página web tiene un apartado especifico para el estado de la mar con un máximo de hasta dos días de previsión diferenciando entre aguas costeras y alta mar. Puertos del Estado, también tiene un apartado específico con previsión por horas de mar y viento, dirección e intensidad para diversos puntos de la costa, en el caso de Asturias, Gijón, Aviles y Navia. La conocida windguru es una página específica para surf y menos aconsejable que la de puertos del estado para nuestra actividad, otra página que suelo usar es surf-forecast. A pesar de los avances que la previsión meteorológica ha tenido, todos sabemos que muchas veces se equivoca, sobre todo en la hora de llegada de un frente, y debemos contar siempre con el posible error.

La tercera variable que debemos tener en cuenta en nuestra planificación es el nivel y experiencia de los participantes. La fuerza de una cadena se mide por su eslabón más débil. Debemos combinar las tres variables, recorrido, previsión meteo y mar y nivel y experiencia de los participantes, para calcular si podemos hacer esa salida ese día o debemos esperar a mejores condiciones, o si debemos desaconsejar la participación a palistas noveles o bien acortar el recorrido, ya sea para todos o calculando un punto de llegada y/o de salida alternativo para las personas con menos nivel.

Es importante advertir a los participantes del nivel de dificultad de la actividad, y sería bueno que cada uno conociese sus limitaciones, aunque para eso hace falta una cierta experiencia.

Si hablamos de una salida con varios palistas de los que desconozcamos su nivel, deberemos prever y anunciar una serie de medidas de actuación que el grupo debe aceptar: puntos de reunión, palista de cabeza y de cola para evitar separarse excesivamente, señales visuales y/o sonoras y su significado, etc.

Situación de emergencia

Las situaciones de emergencia en la mar pueden ser muchas y sería interesante hacer un catálogo de ellas para poder prever un protocolo de actuación ante cada una. Los peligros comunes a la mayoría de situaciones de emergencia que se me ocurren son: hipotermia, ahogamiento, golpes contra rocas, contra el fondo o contra el kayak, abordajes con otras embarcaciones, heridas con cuchillos o anzuelos, mareo e insolación.

Podemos empezar por enumerar una serie de medidas comunes a casi cualquier situación y posteriormente individualizar emergencias especiales. Para empezar creo que la cohesión del grupo es fundamental en cualquier situación, facilita la comunicación y la rapidez de actuación ante un imprevisto además de la localización por un posible barco o medio aéreo, sólo se separará el grupo tras haber consensuado la necesidad de hacerlo, ya sea para buscar ayuda, inspeccionar un posible refugio o la salida a una playa. Y en ese caso nunca dejar solos a palistas no experimentados o con algún problema. Para alguien sin experiencia verse sólo en un medio que no domina puede desconcertarle hasta el punto de ser incapaz de actuar. Otra medida común de actuación puede ser el pensar y planificar las actuaciones a desarrollar dividiéndolas y personificándolas, estableciendo turnos en caso de remolque corto por ejemplo. Muchas veces no tenemos tiempo de planificar nada y es en esos casos cuando se agradece inmensamente el haber practicado antes.

Catálogo de situaciones de emergencia y actuación.

Empecemos por las más comunes:

Vuelco. Se entiende un vuelco de alguien que no sabe esquimotar o de alguien que sabe pero tiene algún problema, desvanecimiento, golpe, etc. Lo inmediato es sacar la cabeza del volcado. Si no tiene más problema que no saber esquimotar saldrá por si sólo y únicamente debemos ocuparnos de vaciar el kayak y ayudar a reembarcar. En caso de perdida de conciencia existen maniobras para adrizar kayak y palista desde otro kayak o en su defecto quitarle el cubre y sacarlo a flote.

El vuelco se dará más fácilmente en una situación de viento fuerte y/o mucha mar. En ese caso puede ser muy útil unir varios kayaks a modo de balsa involcable para poder vaciar y ayudar al reembarque. En este caso pueden ser útiles las correas de las que hablamos en el apartado del flotador de pala; y en geneal, es muy recomendable llevar a bordo, en cubierta, algún cordón o mosquetón para realizar estas uniones de temporales de kayaks. En caso de estar sólo o momentáneamente distante, se puede recurrir a montar el “autoprao”.

Entrada a una playa con fuerte oleaje. Aquí pueden presentarse varios problemas. El vuelco sin más: en este caso y dada la cercanía a tierra lo mejor sería que el volcado guiase su kayak, poniéndose entre él y las olas para evitar que le golpease empujado por una ola, y salir a la orilla. Vuelco con golpe contra el fondo o contra una roca: si el volcado no pierde la conciencia la prioridad es salir a tierra abandonando el kayak si la gravedad de la situación lo requiere. Si hay pérdida de consciencia es necesario ayudarle con cuidado de no empeorar la situación golpeándole con nuestro kayak. Si podemos lo rescataremos desde el kayak pero si es necesario abandonaremos nuestro kayak también. Luxación de hombro por un mal apoyo alto. Posiblemente venga empeorada por un vuelco en cuyo caso actuaremos como en el caso anterior, si no hay vuelco quizás podamos hacer un remolque en corto. En el caso de entrada a una playa con oleaje y palistas sin experiencia creo que lo mejor es que un palista experimentado salga antes para ayudar en la orilla y otro vaya con el inexperto y le indique el momento de la serie en que debe iniciar la entrada acompañándolo si se puede. En algunos casos de poco espacio es mejor entrar de uno en uno para evitar el posible atropello de alguien volcado por otro kayakista arrastrado por las olas.

Vuelco en una rompiente. Es un caso similar al anterior con la diferencia de que no tenemos cerca la orilla. La prioridad es sacar a la persona volcada del peligro, para eso lo más rápido es acercarnos hasta que pueda agarrar nuestro kayak y sacarlo remolcandolo hacia atrás o hacia delante. Es impotante que la persona remolcada se tumbe lo más horizontal posible sobre el agua para que podamos avanzar, si permanece vertical supone un freno casi inamovible. Haremos un reembarque posterior una vez fuera de la rompiente, y un remolque si es necesario. Si hay alguien con pérdida de consciencia, una vez la cabeza fuera del agua y fuera del peligro de una rompiente, lo siguiente es sacarlo del agua para minimizar el riesgo de hipotermia, si podemos lo sacaremos completamente y si no la mayor parte del cuerpo posible, ya sea sobre su kayak o sobre el nuestro teniendo en cuenta que debe permitirnos seguir paleando para ganar tierra.

Cruce de un canal transitado. No se da el caso en Asturias pero si en otras zonas del país, como por ejemplo el cruce de Ibiza a Formentera. Fundamental en este caso mantenerse unidos para hacerse ver y usar todo lo que tengamos a mano para avisar de nuestra presencia. En ultima instancia tener a mano bengalas para evitar un abordaje inminente.

Herida con un anzuelo. Si bien hemos hablado de la necesidad de llevar un alicate para sacar un anzuelo, dependiendo de la distancia a un puerto o playa accesible, puede interesarnos más hacer un remolque y dejarle la extracción a personal médico con medios adecuados. Si no, se impone una cirugía casera tras la cual el paciente tendrá, cuanto menos, dificultades para usar la pala.

Mareo. No debemos minimizar este problema que puede dificultar e incluso imposibilitar a cualquiera manejar un kayak. Según la gravedad del mareo haremos un remolque largo, o uno corto o uno largo asistido si vemos que la persona mareada corre el riesgo de volcar No olvidemos que una de las características del mareo es la perdida del instinto de supervivencia.

Insolación. Refrescar la cabeza con agua poner un sombrero y hacer un remolque hasta el desembarque más cercano.

Infarto o similar. Avisar inmediatamente y si tenemos una playa o puerto cerca hacer un remolque indicando al centro de emergencias nuestro rumbo. Puede que este nos indique que es mejor permanecer en la situación hasta la llegada del rescate. Si la mar y/o el viento son muy intensos, será mejor hacer una balsa y esperar el rescate.

3 Conclusiones

La emergencia es por definición un imprevisto, pero cuanto menos imprevisto mejor, así que si pensamos en posibles emergencias y nos preparamos ante ellas ganaremos tiempo y seremos mucho más efectivos. Esta preparación pasa por aprender maniobras de rescate y practicarlas. Esta práctica además de ser divertida puede hacer que una situación no pase de seria a grave o de grave a dramática. Cuanta más gente haya en el grupo que tenga experiencia en dichas maniobras más efectivo, seguro y rápido será el rescate.

2018-04-09T17:26:40+00:00